Los cítricos argentinos suelen ser noticia en el mundo por la apertura de mercados o el aumento en los volúmenes de producción. Sin embargo, esta campaña también incluyó récords negativos. A mediados de agosto, la Unión Europea decidió cerrar el ingreso de todo tipo de cítricos a su territorio, luego de que se interceptaran contenedores de limones con Mancha Negra (Phyllosticta Citricarpa) en algunos de sus puertos (en particular, en el puerto español).
Previo al cierre total de la frontera, los envíos de cítricos rechazados eran 133, un número significativamente mayor en comparación a los 21 del año 2019 o los 22 del año 2018. Estos significó un incremento superior al 500% que le dio el primer lugar a nuestro país en esta categoría y que le valió, además, la suspensión de las exportaciones hasta el 15 de agosto de 2021.
La Unió de Llauradors, una organización agraria de la Comunidad Valenciana, señaló que la decisión de frenar las importaciones "llegó tarde", con la campaña de envíos desde Argentina bastante avanzada. Esta es una afirmación que hay que tomar con pinzas, porque en realidad lo que estaba avanzada era la campaña de limones desde el NOA (se encontraba en un 80%) pero no de cítricos dulces del NEA -como naranjas o mandarinas-, los cuales se vieron afectados sin tener responsabilidad en las detecciones y tuvieron que buscar nuevos destinos para su fruta.
"La Unió reitera que la Comisión Europea debe realizar una rigurosa auditoría fitosanitaria en aquellos países que no puedan garantizar la salida de cítricos sin plagas y, en el caso de Argentina, continuar con la suspensión de las importaciones durante la próxima campaña si no se dan las circunstancias adecuadas para retomarlas", señaló la organización española.
desde el área de prensa aseguraron que por el momento no se realizarán declaraciones al respecto, aunque informaron que han convocado a una auditoría interna para solucionar las fallas en los controles previos a la exportación.
Según pudo conocer este medio, uno de los conflictos que arguyen desde la entidad sanitaria es que la certificación para los envíos es compartida con AFINOA. Por eso, la auditoría buscará entender dónde se produjeron los desfasajes y determinar responsabilidades dentro del proceso. Esto seguramente implique cambios importantes de cara a la campaña 2021, si es que el mercado europeo termina por reabrirse.
Hace algunos meses atrás, cuando se confirmó el cierre por parte de la UE, Senasa señalaba su preocupación porque el mismo respondiera más a un motivo comercial que sanitario, en referencia a una solicitud de la COAG de España (Coordinadora de Organizaciones de Agricultoras y Ganaderos) a la Comisión Europea. En la misma, pedía la "activación inmediata de medidas adicionales y eficaces" contra las importaciones en este rubro, ya que las mismas se encontraban “hundiendo las cotizaciones en el mercado europeo". Aunque entre telones, esta teoría se mantiene firme hacia dentro de Senasa, donde entienden que el proteccionismo repentino de la UE es un factor clave para entender el conflicto.
En ese sentido, es importante recordar que, a pesar del bloqueo que pesa sobre Argentina, el sector exportador informó que recientemente ingresaron a los puertos de Rotterdam (Holanda), Barcelona y Algeciras (España) unas 9273 toneladas de naranjas que se encontraban en tránsito cuando se tomó la determinación de cerrar el mercado europeo. El hecho se logró a partir de una flexibilización de los plazos impuestos desde el Viejo Continente.
Vale recordar que la Mancha Negra es una enfermedad causada por un hongo que se manifiesta por marcas de este color en la piel del fruto. Si bien no afecta la inocuidad del producto frente al consumo humano, la Unión Europea tiene rigurosas exigencias respecto a la misma dado que allí es considerada una plaga cuarentenaria por estar ausente en su territorio.
Más allá de los errores internos que derivaron en el cierre de la UE, cabe decir que esta temporada fue de una demanda anormal para las frutas argentinas. El interés de los consumidores por incorporar vitamina C a sus dietas en el contexto de la pandemia traccionó fuertemente la compra de estos frutos.
A su vez, esto generó que los envíos argentinos se aceleraran y, de esta forma, se descuidara el estricto cumplimiento de protocolos fitosanitarios que caracteriza a nuestro país. Según informan desde Revista Mercados, solo de enero a junio las exportaciones de limones se dispararon un 289% hasta alcanzar unas 62.870 toneladas, lo que significó además un incremento del 129% respecto a la media de los últimos cinco años.
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